ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Y lo primero que hacía el seleccionador nacional era poner en valor el éxito logrado. “Estamos orgullosos y felices por la conquista. El valor de esta medalla es extremadamente alto porque hemos tenido que luchar hasta el último minuto”.

Una medalla con un sabor muy especial después del durísimo campeonato que ha sufrido España en Río. “Tengo que dar las gracias a los jugadores por su esfuerzo, por su capacidad para estar juntos, para recuperarnos de las derrotas. La preparación fue difícil, empezamos dos derrotas, pero fuimos capaces de reaccionar y, paso a paso, finalizar nuestra misión con otro metal. Estoy orgulloso y feliz”.

Después, llegaba el turno de los agradecimientos, empezando por un Pau Gasol que volvió a ejercer de líder en el último encuentro de los Juegos. "Cuando tienes a una persona disciplinada, educada, respetuosa, que valora la labor del entrenador, lo valoras. Un entrenador tiene que sentirse afortunado por tener jugadores así. Es una bendición. Pau, con la selección ha tenido alguno de sus mejores partidos y todos estamos contentos de ayudarle a brillar. Pau se lo merece. Sabe ser líder como líder tiene que ser”.

Pero Scariolo no se olvidaba del resto de los integrantes de la generación de los juniors de oro. “También quiero agradecerle la actitud de José Calderón. De Juan Carlos Navarro también quiero hablar. Ha sido nuestro capitán. Lo ha sido muchos años en esta cancha y lo ha sido aquí con otro rol que ha aceptado con solidaridad y con ambición. Y como líder silencioso de este grupo le debemos todos mucho. Y Felipe Reyes. Es el único jugador que no ha ido a la NBA y afirmo que la NBA se hubiese enamorado de Felipe. Tiene un corazón que no le cabe en el pecho. Supera limitaciones increíbles técnicas y físicas. Es un ejemplo para todos. Un ejemplo de que estando ahí con convicción y dureza se puede ser líder”.

Y ante la posibilidad de que el de hoy en Río fuese el último partido juntos de una gloriosa selección, Scariolo volvía a poner en valor a su grupo. “Este equipo y los que vendrán deben mucho a los jugadores veteranos y a los compañeros que han ido dejando a la selección en los años anteriores. Han cambiado el deporte de élite de este país. Cuando llegué a España me encontré un nivel de calidad alto y un nivel de competitividad bajo. Me sorprendió. Este grupo ha sabido cultivar la ambición y la autoexigencia”.