MANUEL DE LA TORRE / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Bienvenidos a las Finales de la NBA más españolas de siempre. Bienvenidos al partido 101 de la temporada para los Toronto Raptors. Sin duda, el más especial en la historia de esta franquicia fundada en 1995. Por primera vez, el equipo de Marc Gasol, Serge Ibaka y Sergio Scariolo opta al anillo de campeón. Aunque eso sí, el último obstáculo es el más duro de salvar. Aguardan los Warriors. Defensores de un título que han conquistado en tres de los últimos cuatro años. Un equipo de leyenda. El único capaz de llegar a la última ronda en cinco temporadas consecutivas junto a los Celtics de Bill Russell y Red Auerbach.

Hace un año, después de un nuevo varapalo en los playoffs, el general manager Masai Ujiri y su dirección deportiva optaron por iniciar una pequeña gran revolución. Un todo o nada cuya única apuesta fue el presente. En los meses siguientes se produjeron el ascenso de Nick Nurse al puesto de entrenador jefe y las llegadas, entre otros, de Kawhi Leonard y Marc (cuarto jugador español que llega a la instancia final).

A sus 34 años, el mediano de los Gasol tiene ante sí la oportunidad de levantar el Larry O’Brien. El trofeo que todo jugador tiene entre ceja y ceja, pero que sólo unos pocos privilegiados pueden alzar. Entre ellos Pau, hasta ahora el primer y único español en tocar el cielo en la NBA con los Lakers en 2009 y 2010. Diez años después de hollar una cima imposible de coronar hace no tanto tiempo, Marc aspira a seguir los pasos de su hermano.

“Me siento muy afortunado de representar a tanta gente de España”, explicaba el pívot después de deshacerse de los Bucks en el sexto partido de la final de la Conferencia Este. Tras llevarse los dos primeros partidos de la serie, Milwaukee acabó cediendo ante los Raptors. Una clasificación agridulce: Nikola Mirotic y Pau Gasol quedaban apeados del camino.

Los Gasol, senderos entrelazados

Es curioso. Además de brillante, la trayectoria de los Gasol en la NBA parece unirse en los momentos álgidos. Los derechos de Marc fueron a parar a los Grizzlies en el traspaso que permitió el desembarco de Pau en los Lakers allá por 2008. En 2015, en una fría noche del mes de febrero, todos los focos de Manhattan apuntaban en una sola dirección: el Madison Square Garden de Nueva York. Allí, en la capital del mundo, ambos protagonizaron el salto inicial del All-Star Game. La primera pareja de hermanos titular en la historia del Partido de las Estrellas. Senderos que han vuelto a cruzarse esta primavera. Lástima que la lesión en el pie izquierdo de Pau nos arrebatara el duelo sobre el parqué, con el billete a las Finales 2019 en juego, entre los internacionales con la Selección. Un reencuentro que, quién sabe, podría ser la antesala de un nuevo hito para la familia Gasol.

Siempre al servicio del equipo, la reacción de Toronto ante los Bucks coincidió con el mayor protagonismo asumido por Marc en el tercer y cuarto asalto. Su incidencia, más que notable en ambos aros, hace que Memphis se sienta orgullosa de unos de los suyos. El equipo que le rendirá tributo retirándole próximamente su camiseta, no se olvida del pívot y festejó como propio el pase de los dinosaurios. El catalán hizo las maletas el pasado febrero para situarse en un escenario como el que abre el telón esta madrugada del jueves 30 al viernes 31 de mayo. Su filosofía resulta tan clara como sencilla, “vivir el momento”.

Una segunda oportunidad para Ibaka

Algo más de tiempo lleva en Toronto Ibaka. Después decompletar los segundos mejores datos de su carrera en puntos (15) y rebotes(8,1) esta liga regular, Serge se las ha arreglado para ser también determinanteen varios encuentros de la postemporada.

El duro trabajo individual realizado a lo largo del pasadoverano ha dado sus frutos. El hispanocongoleño vuelve a experimentar la presióndisputar unas Finales. Tras quedarse a las puertas del anillo en 2012 con losThunder de Russell Westbrook, James Harden y Kevin Durant (su entoncescompañero es baja confirmada en Golden State para el primer partido), la vidale ofrece una segunda oportunidad semanas antes de cumplir los 30 años. “No es fácil. Después de siete añostrabajando duro, ahora vuelvo otra vez a la final. Tengo que estar contento deesto”, reflexionaba minutos después de contribuir al estallido de una de lasnoches más largas que se recuerdan en Toronto. Los Raptors, el primer equipo noestadounidense en disputar unas Finales, ocupaba el trono vacante en el Este deLeBron James.

Eso sí, con elfactor cancha a favor y haciendo oídos sordos de la maldición de la franquiciaen los primeros encuentros de las eliminatorias, los Raptors no se conforman.“(Los Warriors) tienen mucha experiencia, pero nosotros tenemos hambre y vamosa ir a por ellos. Vamos a luchar”, adelantaba el 50 veces internacional.

El palmarés deScariolo, a la espera

Toronto, lafranquicia en el que también jugaron José Manuel Calderón (finalista en 2018con los Cavaliers) y el presidente de la FEB, Jorge Garbajosa, descuenta lashoras. Nick Nurse, entrenador novato en la liga norteamericana, dirige a unequipo que promete batalla. Una estrategia diseñada por un cuerpo técnico quetambién cuenta entre sus filas con uno de los nuestros. El Seleccionador SergioScariolo ha llegado lo más lejos posible en el primer año de su aventura NBAcomo entrenador asistente. Una sola eliminatoria separa incluir el anillo en suextenso currículum de éxitos que cuenta, entre otros, con tres oros europeos ydos medallas olímpicas.

Justo a tresmeses del inicio del Mundial de China, los SpanishRaptors encaran la que bien podría ser la cita más importante de lahistoria moderna del deporte canadiense. La Selección y su Gira de preparaciónantes de poner rumbo a China (con paradas en Pamplona, Málaga, California yMadrid) reclaman ya el protagonismo. Como aperitivo para mitigar la espera, elcurso 2018-2019 nos ha regalado las Finales de la NBA más españolas de siempre.Toca seguir soñando. Bienvenidos.