Aparece en escena un debutante, un jugador que de manera fulgurante ha irrumpido en la élite ganándose desde el silencio y el esfuerzo, desde el talento y la decisión, el reconocimiento unánime de que estamos ante una nueva estrella de nuestro baloncesto.
ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
En los últimos cuatro años Alex Abrines ha pasado de ser un proyecto de jugador a una estrella indiscutible. Una ascensión meteórica que tiene su origen en la cantera de la Salle Palma y en los sabios consejos de su padre, el exjugador
Gabriel Abrines. Sin prisa pero sin pausa Alex fue creciendo deportivamente en su club de origen hasta, siendo ya junior, incorporarse a la plantilla del Unicaja en 2010-11. Esa misma temporada se proclamaba campeón de España junior siendo nombrado mejor jugador del Campeonato. No acababa ahí su explosión porque en verano, con la Selección Española U18, el alero mallorquín conseguía
la medalla de Oro en el Europeo de Polonia siendo considerado, también, el mejor jugador del campeonato. Sus participaciones con selecciones de formación culminaron con el Campeonato de Europa U20 de Eslovenia en 2012, con medalla de Bronce y actuación decisiva para conseguirla.
Juan Orenga: “Con Abrines se abre la puerta al talento futuro e inmediato. Es una realidad y nos puede ayudar en muchas cosas. Tiene intensidad defensiva y un tiro extraordinario”
Su formación como jugador durante esas dos temporadas se forjó en Málaga adquiriendo minutos en pista en Adecco Oro con
Clínicas Rincón y dinámica de entrenamientos y también algún partido en el
Unicaja tanto en ACB como en Euroliga. Su talento junto a su ética de trabajo se convertían en una suma de argumentos que sólo podía desembocar en el éxito deportivo. El
FC Barcelona se fijó en él y apostó incorporándolo a su primera plantilla en lo que fue una decisión valiente tanto por parte del club como del propio jugador ya que para un joven inexperto en la élite, una plantilla con la calidad y competencia de la azulgrana, se convertía en un desafío de máxima dificultad.
Alex Abrines demostró con hechos mucho más que con palabras que hay muchos y diferentes caminos para alcanzar el éxito pero que todos ellos requieren de unas enormes dosis de humildad, de trabajo y de paciencia. Una primera temporada en el Barcelona, la 2012-13, en la que tuvo pocos minutos en los partidos pero durante la cual trabajó a destajo en su mejora en sesiones de entrenamiento personales y colectivas. Se preparó para cuando le llegase la oportunidad de mostrar todo ese talento que le había convertido en el mejor joven de Europa y, en consecuencia, debía convertirle también en un referente internacional en la élite. En su segunda temporada como azulgrana, la 2013-14, su crecimiento ha continuado hasta ser en un fijo en las rotaciones de su equipo y ofrecer esas capacidades ofensivas y defensivas necesarias para jugar al máximo nivel.
Alex Abrines ve premiado el trabajo de tantos años en su club origen,
Salle Palma, en el club donde explotó, Unciaja de Málaga, en el equipo donde adquirió sus primeras experiencias seniors, el Clínicas Rincón y el esfuerzo silencioso de una primera temporada a la sombra de las estrellas en el Barcelona. Salta al primer plano del baloncesto nacional e internacional pudiendo vivir nada menos que la Copa del Mundo defendiendo los colores de la Selección Española.
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