64-86 | Intensidad y acierto exterior en un nuevo paso hacia la Copa del Mundo 2023
Yendo de menos a más durante los 40 minutos de juego, la Selección Española ha sido capaz de sumar en los Países Bajos un triunfo con valor doble ya que, además de su valor clasificatorio, el equipo ha adquirido una dosis extra de sensaciones positivas hacia la inminente cita continental. Un choque en el que el gran acierto exterior de los de Sergio Scriolo (14 triples) ejerció como uno de los factores más decisivos de cara a la victoria final.
ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
En un abarrotado Topsport Centrum que ejerció en todo momento como el sexto jugador neerlandés, la Selección Española ha sido capaz de dar un importante paso al frente hacia la Copa del Mundo 2023. Porque el equipo nacional logró cerrar en los Países Bajos la ventana del mes de agosto con un 2/2 que supone una dosis extra de tranquilidad así como un nuevo paso al frente hacia el Eurobasket que dará comienzo la próxima semana.
Países Bajos vs España (64-86) | Estadística
Rudy Fernández, como primer antídoto (24-17)
No había comenzado nada bien el encuentro para los intereses de la Selección Española ya que la Selección de Países Bajos pareció sentirse mucho más cómoda de inicio sobre la pista. Unas sensaciones avaladas por su acierto de cara al aro y, sobre todo, por el empuje de una afición local que sumaba en tareas defensivas para que su equipo pudiera alejar a España de los aros. Así, los locales lograron hacerse con las primeras rentas de un partido en el que España necesitó de hasta 4 minutos para conseguir su primera canasta en juego (9-4). Le costaba al equipo el poder imponer su juego y el rival no desaprovechó esos primeros instantes de sudas para firmar un pequeño parcial con el que llevar a Sergio Scriolo a su primer tiempo muerto de la noche (15-4). Reordenó ideas el técnico nacional a golpe de pizarra y eso se notó en el regreso del equipo a pista, buscando más opciones interiores con un triple cambio y dando a su vez un paso al frente en defensa para frenar a unos hermanos Schaftenaar que habían sido la clave del buen inicio neerlandés. Aunque fueron los tres triples consecutivos de Rudy Fernández (3/3) los que permitieron que España llegara al entreacto recortando su desventaja a la mitad (24-17).
El acierto exterior le da a España sus primeras rentas (8-23)
Se había sentido mucho más cómoda la Selección en esos minutos finales y ese fue el camino a seguir en un segundo cuarto en el que la línea exterior mantuvo su protagonismo. Porque sin Willy Hernangómez -tras sumar tres personales en ataque-, España tiró de nuevo de su acierto desde más allá del 6,75 con triples a cargo de Lorenzo Brown y López-Aróstegui para igualar de nuevo el partido. El parcial de 4-14 comenzaba a invitar al optimismo, pero fueron otros dos triples, en esta ocasión de Juancho Hernángómez y Jaime Fernández, los que terminaron de disparar a una Selección Española que comenzaba a volar en vuelta rápida. A Países Bajos comenzaba a temblarle a su vez el pulso y eso se unió al buen hacer de los de Scariolo en el rebote para poder alcanzar con un +8 los vestuarios (32-40).
Liderazgo de Brown para buscar la ruptura definitiva (18-28)
Regresó la Selección Española a pista con mucha energía tras su paso por vestuarios y esto se tradujo en un pequeño parcial. Apenas un 0-5 con Lorenzo Brown como protagonista, pero que pareció ser el mazazo definitivo para el rival de la Selección. Y es que, el liderazgo del base nacional, elevaba los porcentajes de acierto exterior de los nuestros por encima del 65% otorgando las mejores sensaciones posibles. España ganaba confianza y, en paralelo, Países Bajos comenzaba a ver el encuentro muy cuesta arriba. En parte, por el enésimo paso al frente de los de Scariolo con una gran actividad defensiva que dejaba el choque visto para sentencia al término del tercer periodo (50-68).
Bocinazo, victoria y a pensar en el Eurobasket (14-18)
Con la victoria prácticamente asegurada, resultaba inevitable el comenzar a pensar de algún modo en el inminente debut europeo. Unos pensamientos que llegaron a modo de nuevas probaturas sobre la pista y con minutos para algunos de los jugadores que habían iniciado el encuentro en el banquillo. Un relevo que mantuvo intacto el nivel de intensidad en ambos lados de la pista, con una trabajada defensa, un buen papel en el rebote y, de nuevo, acierto exterior al que se sumó Usman Garuba. El partido entró en sus últimos minutos para sentenciar un merecido triunfo que permitía así a España el poder pasar página hacia el Europeo (64-86).