PACO RABADÁN / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Todos sabemos que nuestra selección guarda cierto componente masoquista. Ya lo hicieron en Polonia o Lituania parando el corazón de los aficionados con resultados sorprendentes para finalmente acabar ganando el oro del EuroBasket. La historia se está repitiendo en Eslovenia. Nadie, ni más optimista de los optimistas, se podía pensar que los nuestros escondían tanto potencial. Pero llegó el día D con los cuartos de final y las dudas que pudiera haber se desdibujaron como la sonrisa del seleccionador serbio Dusan Ivkovic.

España empleó una intensidad brutal desde el principio y la valentía de los serbios en partidos anteriores se convirtió en pánico. Ni su base, Nedovic, era capaz de articular un pase sin que le temblaran las manos. Los nuestros empezaron apabullando y no acabaron hasta el final del choque cerrando 40 minutos idílicos como no habían logrado hasta ahora en el torneo. Serbia asistía con bloc de notas a un clinic de baloncesto de esos que dejarán huella en una generación por debajo de los 25 años y que lo mejor que han visto durante su carrera es el baloncesto que practican los nuestros.

La magia se apoderó de Rudy Fernández y de Sergio Rodríguez. El capitán ya había avisado el día anterior en rueda de prensa y cumplió sobresalientemente con tres triples en el cuarto inicial para elevar el marcador hasta el 5-21. El relevo del mallorquín lo tomó un Sergio Rodríguez que tuvo una de esas tardes propias del mejor Curro Romero. El Chacho fue subiendo la escala de sus triples y filigranas hasta alcanzar el culmen en un contragolpe en el que quebró la cintura de Nedovic como si estuviese en San Fermín zafándose de un toro.

El campeón ha llegado y para quedarse. Ivkovic sintió tanta impotencia al ver el marcador reflejando 40 puntos de ventaja en el tercer cuarto que sufrió de calambres en el último. El ex entrenador de la Yugoslavia de Petrovic, Divac o Kukoc se rindió a la evidencia con esta frase: “España es indiscutiblemente el mejor equipo de la última década”. Gracias Dusan, pero te has quedado corto con la última década. ¿O acaso te olvidas de que llevamos 14 años sin fallo llegando a las semifinales del EuroBasket? Ahora Serbia sabe lo que sintió España en los Juegos Olímpicos de 2004. No vale con ser el mejor equipo de la fase de grupos. Hay que tener poso e instinto asesino.